Primeros libros…

Hay libros de juventud que nos marcan y recordaremos siempre.

Seguro que no habéis olvidado cuál fue el primero que leísteis completo y que os hizo sentir orgullosos.

Aunque resulte pedante por mi parte, el mío fue una biografía juvenil de Cristobal Colon de la colección Auriga, escrito por B. Losada, seguramente es Basilio Losada Castro (Láncara, Lugo 1930), publicada por la editorial AFHA en los primeros años 70.

Fascinante aquellos mundos de misterio y aventura en busca de tierras incógnitas, con carabelas y secretos mapas de los avezados pilotos de aquellos tiempos… una gozada.  Los secretos que rodean al personaje y las ganas de descubrirlos incentivaron la búsqueda de información adicional en otros libros… y lugares. Recuerdo al poco visitar con mis padres, el onubense Monasterio de Santa María de la Rábida en Palos de Moger, y mirarlo todo con ojos de «investigador», escrutando los objetos y viejos mapas que allí se conservan, esperando encontrar el misterio.

Después vinieron más libros, pero tendría que hacer un esfuerzo mayor para recordarlos.Constructor Joven 1963

Sin embargo, también recuerdo otro tipo de libro, desde luego menos abundante en aquellos años 60. Es el «El Constructor Joven» de la editorial Santillana. Traducción de Ana Mª Rubio del libro original francés de Charles Clisant de Editions La Farandule «Tours et astuces de Jeune Constructeur» de 1962.

Lo he reencontrado al cabo de tantos años, descubriendo que fue «reregalado» por mi padre a mi hijo, su nieto mayor, el día que él (el abuelo) cumplía 65 años, casi treinta años después de habérmelo regalado a mi.

Dedicatoria Constructor Joven

Recuerdo cómo me gustaba este libro y la frustración que me producía, las más de las veces, cuando no podía llevar a cabo y en muchos casos ni iniciarlas, las construcciones y experimentos que proponían sus páginas. Quizás si me hubiera criado en un entorno rural la cosa hubiera sido distinta, pero en un piso madrileño de aquellos años apenas nuestras madres nos dejaban ni estar…(¡Niño, porqué no te bajas a la calle un rato!).

Muchas cosas se podían hacer como vemos en su completo índice.

Indice ECJ

Pero las que más me «tiraban» eran las relacionadas con la electricidad. Aprender a soldar, electroimanes, telégrafos, timbres, y ¡cómo no! la radio de galena.

¡Ésa sí que la «hicimos»!.. Por supuesto, con la imprescindible ayuda de mi padre. Pero sí, la radio de galena, con aquella buena pieza de mineral que recogimos pasado Despeñaperros, cuando aún se podía parar en la N-IV camino de Bailen, esa funcionó. Gracias también al auricular telefónico, que todavía andará por algún rincón de casa, y por supuesto al precioso condensador variable de laminas paralelas que del desguace de un viejo aparato nos vino a las mil maravillas.

Galena

La Radio de Galena perfeccionada. Página 55 El Constructor Joven.

En fin, aquí os dejo copia de las páginas en donde se describen los dos modelos de radio de galena por si os apetece todavía repetir la experiencia.

Acerca de lagarto astuto

Inquieto e interesado en casi todo...
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6 respuestas a Primeros libros…

  1. mntxka dijo:

    ¡Así se hace un ingeniero! Admirable que conserves aún estos libros, ¡unos incunables!.
    Un abrazo

    • Gracias Jose (y ¡felicidades, por cierto!). Un ingeniero…¡ o dos… o tres!, si tenemos en cuenta a mi hermano y mi hijo. Sin duda, la voluntad paterna, responsable de la “aparición” del libro en el momento preciso tuvo mucho más que ver en el asunto.
      No he hablado aquí del Meccano. La grua de la portada y otra más compleja también nos ocuparon mucho tiempo…

  2. Pingback: Telégrafo eléctrico, timbre, radio de galena… en El Constructor Joven, Santillana 1962 y más. | Historias de la Telefonía en España

  3. Jorge Ruiz dijo:

    Recuerdo que, en el 87 descubrí en la biblioteca reabierta de la escuela un libro que llamo mucho mi atención, y en el anhelaba encontrar información de la que necesitaba. Fue el título del libro el que me lleno de esperanza, y en el índice tan solo con leerlo busque con desesperación aquella pagina…… 82 (así la recuerdo) que indicaba.
    En el 91 salí de la escuela, años más tarde cuando ya se contaba con servicio de fotocopiado dentro de la biblioteca, regresé;….. grande fue mi sorpresa, no sé quien pudo cometer aquel error de quitarles a muchos estudiantes la oportunidad de leer un libro tan agradable y motivador (desde mi perspectiva) bueno aquel libro ya no se encontraba entre los ofrecidos por la biblioteca ni dentro del almacén……..
    José Ramón, tendrías la amabilidad de escanear y enviarme a mi correo el proyecto que lleva como título “el anteojo” Desearía enseñárselo a mi hijo, y que pudiera construirlo.
    De antemano, muchas gracias.
    Desde Perú, Jorge.

  4. Jorge Ruiz dijo:

    Muchas gracias Jose Ramón. Y aunque los recuerdos llegaron a mi mente ayer por la mañana al ver las imágenes en tu blog, vuelven más, ahora que observo las del anteojo. Fue el inicio de momentos de muchas alegrías conseguidas tras las enseñanzas que conseguí de esta publicación.
    Muy agradecido, Jorge.

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