Mi tía Portala

Mi tía Portala tiene 100 años.

Está bien, nunca le duele nada, conserva su genio intacto  y siempre esta dispuesta a reír y canturrear cualquier «pamplina» como ella dice, cuando no está ensimismada en sus pensamientos. En enero se le rompió la cadera y la operaron con normalidad, aunque desde entonces no es capaz de andar.

Desde hace tiempo el glaucoma no le deja ver mas que sombras aislandola fuertemente de su entorno. Esto le impidió leer hace cuatro años, el pequeño homenaje que en Bornos le hicieron, recordándola al incluirla entre las vecinas que destacaron en la lucha por la igualdad de las mujeres en el siglo pasado.

Parte de un díptico publicado por el Ayuntamiento de Bornos en 2012

Parte de un díptico publicado por el Ayuntamiento de Bornos en 2012

Sigue soltera, aunque hace una década estuvo a punto de emparejarse con un compañero de la residencia. Pero la mala salud de él, octogenario también, se lo impidió.
Por entonces aún conversaba ávidamente con sus vecinas y se alegraba de charlar con sus queridos sobrinos y sobrino-nietos en vivo o por teléfono. Ella siempre alegre, sin queja y con buen apetito, dispuesta a dar cuenta de un buen plato de cualquier comida.

A finales de los noventa, ya sola, deshizo su casa, la vendió y se fue a vivir a la residencia de ancianos, con poco más de lo puesto. Algo de ropa, una tele que oía mejor que veía, y unas pocas fotos de sus hermanos, cuñadas y sobrinos. Algunas tomadas sesenta años antes.

En su piso, con sus hermanas Juana y Manuela, que vivieron con ella hasta su fallecimiento, destacaban sus macetas como en cualquier casa andaluza. Y los libros, muchos y variados, enciclopedias y de historia, de abogacía y contabilidad, sobre mecanografía o filatelia y de otros temas, ordenados en sus estanterías junto con sus álbumes de fotos familiares y sus extensas colecciónes de sellos, nuevos y usados, españoles y extranjeros, recopilados durante años. Vida en familia manteniendo intima relación con su hermano Pepe y su cuñada Pepa que ocupaban el piso de arriba y disfrutando, en esa primera vejez, de ir viendo emanciparse a sus sobrinos nietos.

Agotando los ahorros y con la ayuda de la familia, casi en los ochenta, se pudo comprar un piso en el madrileño barrio de Villaverde Alto, después de abandonar todos su tierra gaditana y el pueblo de Bornos en dónde vivieron durante casi cuarenta años.

En los setenta, el cierre de «la fábrica» de Don Hilario, forzó la pérdida del puesto de trabajo de sus empleados, muchos con más de tres década de antigüedad. Pepe y Portala, la única mujer y la contable de la empresa, se quedaron sin trabajo, lo que por su edad y la situación general del país supuso su retiro anticipado y le abocaron a una pensión exigua y menor de la que hubiera podido ser.

Los cincuenta y los sesenta, fueron años de estabilidad y madurez, trabajo y dedicación a la familia, a la madre en sus últimos años, a las hermanas, a «Pepito Manuel» y a los los demás sobrinos, Romualdo, Lina, Nieves, Maria Rosa, Pepín y Eugenia, acompañándoles en su crecer. Estudios y trabajo. Bodas y nacimientos, y los problemas esperables y la alegría por superarlos.

Los cuarenta, fueron malos años, tristezas y recuerdos, heridas sin cerrar….

Con mi tía Portala en 2012

Con mi tía Portala en 2012

Rehacer lo cotidiano después de la tragedia familiar (y general), es una heroicidad con escasa recompensa y reconocimiento. No es gratis en absoluto, más al contrario, tiene precio, un alto precio. Encontrar vivienda y trabajo, un nuevo lugar dónde comenzar. Es en Bornos y en su fábrica de harinas. Cuidar y educar al «niño» es la absorbente labor a la que se entrega mi tía, junto con la familia de su hermano Pepe, haciendo «hogar» y «familia», entre miedos, rencores, soledades y pena, mucha pena, …. fue el logro de aquellos duros años.

La locura, y con ella la tragedia, alcanzó a la familia al poco de comenzar la guerra civil. El joven matrimonio formado por una maestra nacional y el administrador de correos, el hermano mayor y la cuñada de Portala, con los que vivía, son vilmente asesinados sin palabras ni razón. Una anónima fosa común se supone conservan sus restos en algún lugar de La Línea de la Concepción, donde dejan un pequeño de sólo ocho años con mi tía que entonces sólo tenía la veintena. Se trunca una familia y su proyecto de vida, ilusionada, ilustrada, alegre…. La oscuridad y el terror se impone. Sobrevivir al último lustro de los treinta en España es por si sólo una heroicidad y especialmente en el sur de Andalucía.

La benjamina de la familia, nace el 31 de marzo de 1916, diecinueve años después que el mayor de sus hermanos. Es bautizada como «María del Portal de los Ángeles del Santísimo Sacramento Catalina de la Santísima Trinidad» Iglesia Oliva, la «tía Portala», por aquello de que el abuelo era oriundo de la asturiana aldea del Valle de San Justo en el concejo de Villaviciosa, cuya patrona es la Virgen del Portal, «la Portalina». Ramón, Juana, Nieves, Manuela, Araceli, Pepe y ella, todos nacidos en Arcos de la Frontera, gaditano pueblo blanco y esbelto, montado en la peña que rodea el Guadalete y en donde, entonces, anidaban los «pajarracos». Su Infancia y juventud fue desenfadada y provechosa, mil y una veces recordada después, -ocupando el lugar de otros recuerdos que no se quieren-, y un fuerte pilar en el que basar toda una vida de esfuerzo, sacrificio y dedicación a los demás, con una serena alegría que nos gustaría saber heredar.

Esta es mi centenaria tía Portala.

Nunca pude besar a mis abuelos paternos… pero si a mi tía Portala.

Acerca de lagarto astuto

Inquieto e interesado en casi todo...
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16 respuestas a Mi tía Portala

  1. Monete dijo:

    Si se puede añadir alguna cosa más…. La tía siempre ha sido una genia en los juegos de cartas, con ella aprendimos a jugar a la brisca, al tute, a las siete y media y como no a las gracias, ¡vaya genio tenía cuando pensaba que le hacíamos fullerías!
    También una buena cuenta cuentos e historietas, aun hoy día sigue haciéndolo aunque un poco guiada. De pequeños nos entretenía contándonos cosas de su infancia en Arcos o en Algodonales. También, alguna que otra historieta de miedo … Cae o no cae.
    Sin duda una persona espectacular y con el secreto de cumplir al menos cien años.

  2. mntxka dijo:

    Buf! Vaya vida intensa! . Esa generación es dura.
    Qué orgullo tener personas así en la familia.
    Por cierto lo de poner el orden cronológico al revés es muy original.
    Un abrazo

  3. Daniela dijo:

    Qué emoción leer y conocer la vida de la tía Portala… Tantas cosas durante tantos años… Pero sobre todo… El amor de un sobrino que la quiere mucho… Final muy muy emocionante!

    Felicidades a la tía Portala para sus 100 años!

    • Daniela, me alegro de que te haya gustado. La vida de mi tía es todo un ejemplo de mujer fuerte y tenaz que le ha permitido superar las dificultades a las que se ha enfrentado. Ahora, a pesar de su ceguera casi completa y su inmovilidad, siempre te responde con palabras de serena alegría. Encomiable.
      Tengo pendiente seguir investigando sobre mis abuelos y quiero también escribir sobre ellos. Besos.

  4. ALICIA IGLESIA dijo:

    Muy bonito , José. Que pena que no lo pueda ella leer!
    Besos

  5. jiglesia dijo:

    Me ha encantado y emocionado! Gracias por escribirlo!!
    🙂

  6. Luis Morales Medina dijo:

    Una emocionante lectura sobre la vida de la Tia Portala, los recuerdo son pequeños documentos que se guardan en los cajoncitos de la vida, que uno lleva en su memoria.
    Un abrazo .

  7. masleon dijo:

    A propósito de la familia asesinada en La Linea de La Concepción acabo de escuchar un tema de EUKZ que me recuerda esos malos momentos históricos sin reparación…

  8. masleon dijo:

    ….Bueno …que no son EUKZ …son Reincidentes….

  9. Núria Pozo Ríos dijo:

    Hola.
    Me presento: Núria Pozo Ríos.
    Si, Ríos. Como Ella, como Gertrudis. Hoy mi sobrina me ha hablado de ti, y me ha pasado tu contacto. Soy hija de Paca. Hoy, emocionadísima estoy leyendo todas estas historias familiares que son tuyas y que son también mías.
    Aún me queda mucho por leer y por asimilar.
    Te mando un abrazo.

    • Hola Nuria. Gracias por tu comentario. Me alegra habernos encontrado. Contándonos lo que recordamos seguro que completaremos el conocimiento más próximo de lo que fue la vida de nuestros abuelos y bisabuelos.
      Un beso. Jose Ramón.

  10. Manuel Almisas Albéndiz dijo:

    José Ramón, soy Manuel Almisas. No he podido recuperar tu e-mail, y no puedo contactar contigo. El Foro por la Memoria de La Línea necesita quedar contigo a cuenta de Gertrudis. Mi e-mail actual es . ¡Un fuerte abrazo!

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